viernes, 17 de marzo de 2017

Decoración de interiores, de Félix Chacón



Creo que nunca he leído un libro de poemas del tirón. Eso no significa que no me guste leerlos. A veces, leo uno y me acompaña durante un tiempo en la cabeza. Otras veces me gusta tanto que tengo la necesidad irrefrenable de escribirlo en un cuaderno. Como si yo fuera su autor.
Hay días en los que saco de la estantería algún libro, lo abro al azar y leo el poema. Si  me gusta, lo dejo sobre la mesa. Puede que en los días siguientes siga leyendo ese libro de poemas que está sobre la mesa. O no. Hasta que pasado el tiempo me percato de que el libro sigue ahí. Es el momento en el que regresa a su sitio.
Hace ya una semana que saqué del estante Decoración de interiores de Félix Chacón y cada día le dedico unos minutos. Y ahí sigue, sobre la mesa de estudio.
                              
Señala Susana Veiga en el prólogo:
“No sé lo que pretende la poesía moderna. Colar un verso entre copas y mails parece difícil; añádele, lector, todo lo que lleves encima cuando llegues del curro, un día sí y otro también. Busca ahí la belleza, si tienes valor. Pudiera ser esto lo valioso del libro de Félix Chacón. Meterse a la faena —paleta de albañil en mano, paleta de pintor de brocha fina, retratista de interiores— y a torear con la verdad. Porque lo que nos plantea el poeta Chacón dista mucho de las confituras del bienestar […]
Alguien dijo un día que leer ayudaba a vivir. Este bendito poemario te puede dar muchas sorpresas, lector. Es que da en el clavo como pocos. Coloca el cuadro sin destrozar la pared, y tiene el detalle de aconsejarnos para que la luz incida adecuadamente en cada momento del día. Poesía bien amueblada. Estructura básica para estos tiempos. Lee y verás. Más que nunca”.

El azar quiso que comenzara a leer este libro por el final. 
Ahí estaba el poema titulado Decoración de interiores Pedro Botero:

Que cada uno decore su infierno a su manera
Que cada uno decore su infierno como pueda

Pon cortinas y alfombras
Cuadros y unos visillos
Y limpia la cocina
Pinta el salón de verde y el cielo azul celeste

Renueva tu ropero
Cámbiate de peinado
Cómprate un coche nuevo
Tíntate los cristales y sal quemando rueda

Que cada uno decore su infierno a su manera

Y cambia de trabajo urgentemente
Y de pareja si estás aburrido
O sienta la cabeza y piensa en tener hijos
No hay como la progenie para ocupar el tiempo

O plántate un pinar
O escribe un libro enorme de al menos veinte tomos
Con trastos y dragones, guerreros y mil sagas
Cuyas genealogías invadan tu cabeza

Cada uno que decore su infierno como pueda

Vende tu alma al diablo
Graba un disco de rock
Alicata tu baño con azulejos nuevos
Aprende psicomagia, violín, fontanería

Que cada uno decore su infierno a su manera

Invierte al por mayor para ganar dinero
Con dinero podrías organizar orgías
O comprar tanta droga como tu cuerpo aguante
Puedes hacer la prueba y ver cuándo revienta

Traiciona a tus amigos
Discute con cualquiera
Fastidia a tus congéneres
Y si alguien te molesta, ve y ponle una querella

Que cada uno decore su infierno como pueda

Ataca a los corruptos que ostentan el poder
O hazte de los suyos si te tiene más cuenta

Existen dos opciones: dinamitar el mundo
O aprender las argucias para burlar las reglas
Que cada uno decores su infierno a su manera
Que cada uno decore su infierno como pueda

Yo he escrito este libro y ahora cierro mi puerta.

Sé que es poco ortodoxo comenzar la casa por el tejado pero el azar así lo quiso. Y desde la última página fui retrocediendo por esta decoración de interiores, y me encontré Entre el cielo y el infierno con Bichos raros, Cucarachas, Grafófilos, Genios, Marco Polo y La guerra de las galaxias, Virus y Oasis, Errores y Escenarios idílicos.
Al final llegué al principio y ahí, entre muebles de salón, estaba el Perro ladrador:

            Como no muerdo,
                                               ladro
            Si me dejan ladrar,
                                               no muerdo
            Oblígame a callar
                                               Y me tiro a tu cuello.

Félix ChacónPoesía valiente.






                                                 Lagartija Nick. Buenos días Hiroshima
                                 



2 comentarios:

  1. Hola Juan Carlos,

    Yo no soy muy de poesía... me cuesta. También es verdad que no e slo mismo la poesía que nos obligaban a leer en BUP (generación del 27 y compañía) que la prosa intimista que hoy en día puedes encontrar en una librería (de la editorial Frida, por ejemplo). Personalmente se me hace más fácil leer a Paula Bonet o Diego Ojeda, que no a Antonio Machado... No obstante, es un género que leo poco...
    El libro que nos muestras lo desconocía totalmente, y la editorial tampoco me suena... Parece un libro peculiar!! ;)

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    1. Félix Chacón es un escritor que no se muerde la lengua. Leí dos novelas suyas que me gustaron mucho, "Uno de los dos" y "Entelequia". "Decoración de interiores" es su único libro de poemas y su lectura no deja indiferente.
      He indagado en internet sobre Paula Bonet y Diego Ojeda y lo que he visto me parece muy interesante.
      En cuanto a lo que nos obligaban a leer en el instituto, he de decir que tuve la suerte de tener una profesora de literatura que hacía que estuviera desando que llegaran sus clases. Era estupenda. Lo vivía tanto que contagiaba su entusiasmo logrando que disfrutáramos mucho de esas lecturas. Mi interés por la literatura se consolidó gracias a ella, ya que me hizo comprender esos textos que antes me parecían jeroglíficos indescifrables. Desde entonces, Machado, Juan Ramón, Lorca, Miguel Hernández o Blas de Otero, son escritores a los que tengo siempre presentes.

      Un abrazo!

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